Superficie / 20,753m2
Cliente / Pontegadea Inmobiliaria, S.L
Con un carácter marcadamente urbano se presenta una magnífica oportunidad para responder a la ciudad en dos escalas muy diferentes: una escala urbana desde la vía de comunicación más importante de Madrid, y otra escala más doméstica, desde una plaza de destacado carácter peatonal.
Una fachada neutra, abstracta, plana, pero a su vez viva, con volumen. Luces y sombras que con el paso del día y de las estaciones del año cambian y matizan la piel tersa del vidrio con los diferentes acabados propuestos. Opacidad y transparencia. Reflejo y apagado. Brillante y mateado. Reflejos y sombras que nunca son iguales.
Vidrios planos como escaques: blancos y oscuros. Vidrios en volumen con sombras y reflejos como un tablero tridimensional: acero y vidrio separados por espejos, que aumentan la sensación de ingravidez de esta segunda piel.
Piezas de acero que muestran u ocultan (según el punto de vista) los escaques oscuros del tablero de juego de la piel interior. En definitiva una fachada con “vida” que dependiendo desde y cuando se observe vibra con la luz del sol o se apaga sin la incidencia directa de esta.